- Espera que con la formación del nuevo ejecutivo central se inicie una etapa de estabilidad gubernamental y que se acelere la aprobación de unos nuevos presupuestos 100% sociales.
- Recuerda que las prioridades sociales son la lucha contra una pobreza que es estructural, políticas de vivienda valientes para paliar la situación de emergencia habitacional, la mejora de la calidad y la estabilidad de la ocupación y de las políticas migratorias y para personas con discapacidad.
Barcelona, 12 de enero de 2020.- La Taula del Tercer Sector Social de Cataluña, que aglutina y representa más de 3.000 entidades sociales catalanas, espera que con la constitución del nuevo gobierno español se inicie una etapa de estabilidad gubernamental muy necesaria para hacer frente a retos sociales que requieren respuestas urgentes y eficaces. En este sentido, la Mesa confía que, con mucha celeridad, se puedan aprobar unos nuevos presupuestos que posen el foco en las necesidades reales de las personas, sobre todo las más vulnerables, y que estos presupuestos 100% sociales se cumplan y no queden en papel mojado.
En cuanto a los retos sociales, la Taula recuerda que la prioridad principal del nuevo ejecutivo central tiene que ser la lucha contra la pobreza y la reducción de las desigualdades. La tasa de riesgo de pobreza es de más del 25% en el Estado (INE, 2019) y en Cataluña es de más del 20% (IDESCAT, 2019), una pobreza que es crónica y estructural y que necesita la puesta en marcha de la Estrategia estatal de Lucha contra la pobreza. La reducción de la brecha de desigualdad también tiene que ser un objetivo, teniendo en cuenta que España es el 4.º país de la Unión Europea con más desigualdades y donde la distancia entre personas ricas y pobreza más ha aumentado (Informe Oxfam Intermón, 2019).
Otros retos sociales son el desarrollo de políticas de vivienda valientes que hagan frente a la situación de emergencia habitacional que vivimos, como la regulación del precio del alquiler o más competencias en los territorios porque se puedan llevar a cabo medidas que eviten la exclusión residencial. También es una prioridad la mejora de la calidad y la estabilidad de la ocupación para hacer frente a un fenómeno como el de los trabajadores y trabajadoras pobres, que en Cataluña afecta casi medio millón de personas y es imprescindible la mejora de las políticas migratorias para garantizar la acogida y la atención de los jóvenes que han migrado solo, como dotar de más recursos en los territorios que gestionan su recibimiento y atención, la agilización de los trámites documentales para regular su situación administrativa o la modificación de la ley de extranjería para conseguir permisos temporales de trabajo que permitan que estos jóvenes tengan oportunidades laborales, competencias que son estatales.
En cuanto a las políticas para personas con discapacidad, el nuevo ejecutivo tiene que priorizar dentro de la agenda política el cumplimiento de la Convención de la ONU, la eliminación del copago para garantizar la vida independiente de las personas con discapacidad, la reforma de las pensiones no contributivas por razones de invalidez para asegurar unos ingresos mínimos y el refuerzo de medidas de apoyo a la ocupación e inserción sociolaboral del colectivo, especialmente ante los nuevos incrementos del salario mínimo interprofesional.
La Taula recuerda la disposición del Tercer Sector a ser un aliado clave en el codisseño y el codesarrollo de estas políticas sociales.
En cuanto a los retos sociales, la Taula recuerda que la prioridad principal del nuevo ejecutivo central tiene que ser la lucha contra la pobreza y la reducción de las desigualdades. La tasa de riesgo de pobreza es de más del 25% en el Estado (INE, 2019) y en Cataluña es de más del 20% (IDESCAT, 2019), una pobreza que es crónica y estructural y que necesita la puesta en marcha de la Estrategia estatal de Lucha contra la pobreza. La reducción de la brecha de desigualdad también tiene que ser un objetivo, teniendo en cuenta que España es el 4.º país de la Unión Europea con más desigualdades y donde la distancia entre personas ricas y pobreza más ha aumentado (Informe Oxfam Intermón, 2019).
Otros retos sociales son el desarrollo de políticas de vivienda valientes que hagan frente a la situación de emergencia habitacional que vivimos, como la regulación del precio del alquiler o más competencias en los territorios porque se puedan llevar a cabo medidas que eviten la exclusión residencial. También es una prioridad la mejora de la calidad y la estabilidad de la ocupación para hacer frente a un fenómeno como el de los trabajadores y trabajadoras pobres, que en Cataluña afecta casi medio millón de personas y es imprescindible la mejora de las políticas migratorias para garantizar la acogida y la atención de los jóvenes que han migrado solo, como dotar de más recursos en los territorios que gestionan su recibimiento y atención, la agilización de los trámites documentales para regular su situación administrativa o la modificación de la ley de extranjería para conseguir permisos temporales de trabajo que permitan que estos jóvenes tengan oportunidades laborales, competencias que son estatales.
En cuanto a las políticas para personas con discapacidad, el nuevo ejecutivo tiene que priorizar dentro de la agenda política el cumplimiento de la Convención de la ONU, la eliminación del copago para garantizar la vida independiente de las personas con discapacidad, la reforma de las pensiones no contributivas por razones de invalidez para asegurar unos ingresos mínimos y el refuerzo de medidas de apoyo a la ocupación e inserción sociolaboral del colectivo, especialmente ante los nuevos incrementos del salario mínimo interprofesional.
La Taula recuerda la disposición del Tercer Sector a ser un aliado clave en el codisseño y el codesarrollo de estas políticas sociales.