Las crisis de los últimos años han incrementado la vulnerabilidad de las personas que acuden a los servicios de la entidad
Los Servicios de Orientación, Formación e intermediación Laboral de ASPID consiguieron en 2022 la inserción laboral de 173 personas y la formalización de 235 contratos —algunos usuarios firmaron más de un contrato—, el que supone unas cifras similares en 2021 (174 inserciones laborales y 238 contratos). Globalmente, el año pasado fueron atendidas por estos servicios 855 usuarios (en 2021 fueron 732), entre personas con discapacidad reconocida y personas con situación de vulnerabilidad que tienen dificultades graves para acceder al mercado laboral y necesitan un servicio especializado de acompañamiento para conseguir una ocupación estable.
En cuanto al ámbito de la orientación, de los 855 usuarios atendidos, 476 (el 56%) fueron personas con discapacidad reconocida y 379 (el 44%) personas con situación de vulnerabilidad. Del primer grupo, un 73% eran personas con discapacidad física. El 51% eran hombres y el 49% mujeres, con una mayoría de personas mayores de 46 años y generalmente con baja calificación.
En cuanto a la formación, planteada de manera muy personalizada para adaptarla a las necesidades de cada persona, benefició 428 usuarios que recibieron un total de 2.435 horas (1.715 horas de formación transversal a 387 alumnos y 720 horas de formación ocupacional a 41 alumnos más), el que supone en conjunto un incremento 136 usuarios respecto al 2021.
Minimizar la brecha digital
La formación transversal incidió en los itinerarios de alfabetización digital, con el objetivo de minimizar la brecha digital, el bajo nivel de conocimiento de las TIC y la disponibilidad de aparatos y/o Internet, carencias que dificultan que los usuarios puedan seguir los itinerarios laborales o cualquier gestión administrativa, y que favorecen que aumente la exclusión y la vulnerabilidad. Igualmente, se trabajó en el autoconocimiento de la persona (gestión de las emociones, objetivos en la vida, competencias adquiridas, etc.) y en los mecanismos para encontrar trabajo. La formación ocupacional, de su banda, se hizo en colaboración con las empresas y se orientó a las necesidades de estas, incluyendo masterclass y prácticas laborales.
Hablando de las 137 inserciones, el sector que generó más ocupación fue el de servicios (en plazas laborales como oficial de limpieza, operario industrial, auxiliar administrativo, personal de atención al cliente, conductor y distribuidor, entre otros), ámbito que absorbió el 72% de la contratación. El 84% de los contratos formalizados fueron en empresa ordinaria y el resto en centros especiales de trabajo o en empresas de inserción. Por otro lado, más del 50% de las personas contratadas tenían más de 56 años. Cuando al tipo de contratos, el 32% eran indefinidos y el 68% restante de hasta 12 meses.
Igualmente, los técnicos de ASPID visitaron 268 empresas, el 34% de las cuales —las de más de 50 trabajadores— estaban obligadas al cumplimiento de la Ley General de Discapacidad (a pesar de que solo el 8% de las ofertas recibidas fue para cumplir esta ley).
Incremento de la vulnerabilidad de los usuarios atendidos
Las conclusiones elaboradas por los técnicos de ASPID indican que, los últimos años, las diferentes crisis acumuladas (pandemia, inflación) han incrementado la vulnerabilidad de las personas que acuden a los servicios de ASPID.
Lidia Méndez, directora del Servicio de Integración Laboral de ASPID, ha explicado en el decurso de la presentación de los resultados del Servicio de Orientación, Formación e intermediación Laboral de ASPID del año 2022, que los programas de la entidad se centran en personas con discapacidad o en colectivos vulnerables y en riesgo de exclusión “que responden a un perfil variado, el de personas que perciben la Renta Garantizada, personas en general que desde la perspectiva laboral están desactualitzades o personas que trabajan en trabajos muy precarios”.
Según Méndez, “esta vulnerabilidad ya no afecta únicamente a los colectivos históricamente desfavorecidos, se ha vuelto líquida, en el sentido que puede afectar cualquier persona en un momento determinado”. Una de las causas frecuentes es el efecto de la automatización y digitalización de las profesiones actuales, y en este sentido “estamos viendo un importante grosor de personas que están quedando ‘fuera de mercado’ y con un alto riesgo de exclusión”. Se trata de personas con una dificultad grande de acceso a una ocupación por baja calificación, carencia de conocimiento de las nuevas tecnologías y sin experiencia laboral acreditable.
Por otro lado, el establecimiento de ayudas de urgencia en el marco del sistema de bienestar mediante políticas pasivas de ocupación, “garantiza un rescate de subsistencia, pero también deriva en la aparición de nuevos colectivos que se han hecho endémicos en el recibimiento de prestaciones”. Entre los motivos de esta cronificacació, encontramos la precariedad que ofrece el mercado actual (temporalidad, estacionalidad, parcialidad de las jornadas) o los salarios que reciben trabajadores con bajas calificaciones, que en muchas ocasiones llegan a ser iguales a las rentas no contributivas.
Creación de 45 empresas con el apoyo de ASPID
A través del Punto de Autocupació Incorpora, la entidad asesoró y acompañar 106 personas con una idea de negocio durante el año 2022. En total, 50 personas iniciaron su plan de empresa, 43 lo finalizaron y 11 pidieron ayudes/microcrédito para iniciar la actividad. El programa se ofrece en las 8 comarcas en las que ASPID tiene presencia, en 3 de las cuales por primera vez (las Garrigues, la Valle de Arán y el Alta Ribagorça). En total, el 2022 se crearon 45 empresas con el apoyo de ASPID, 7 más que el año anterior. Además, se hace el acompañamiento de los emprendedores durante 12 o 24 meses.
La presidenta de ASPID, Bibiana Bendicho, ha destacado que los servicios de inserción laboral de la entidad se están ampliando a toda la demarcación pero que todavía “faltan hacer algunos ajustamientos territoriales para llegar a todas las personas que lo necesitan, muchas de ellas con problemas de movilidad o transporte, a banda que el tejido empresarial varía mucho de comarca en comarca”. En esta línea, Bendicho ha pedido a la Generalitat que facilite los medios para solucionar estos desajustos.
Por otro lado Maricel Piñol, jefe de la Sección de Economía Social y Cooperativas de los Servicios Territoriales del Departamento de Trabajo y Empresa de la Generalitat, ha incidido en la necesaria colaboración público-privada para mejorar la inserción laboral de las personas con discapacidad y en la importancia de la tarea desarrollada por ASPID en este ámbito.
Un total de 26 técnicos trabajan en el Área de Orientación Laboral de ASPID, distribuidos en puntos de atención en las comarcas del Alt Urgell, la Noguera, el Pla d'Urgell, la Segarra, el Segrià y el Urgell y con presencia intermitente en el Alta Ribagorça, las Garrigues y la Valle de Arán. Los profesionales de ASPID implicados (orientadores laborales, técnicos de empresa o prospectors, técnicos de formación ocupacional y una técnica de emprendimiento social) llevan a cabo programas de atención integral en coordinación con otros agentes del territorio del ámbito de la salud, servicios sociales, centros de formación, etc.
Los programas de orientación que gestiona ASPID son lo SIOAS (Servicios de orientación y acompañamiento a la inserción de las personas con discapacidad y/o enfermedad mental), el MAIS (Medidas Activas de Inserción para personas destinatarias de la Renta Garantizada de Ciudadanía), el TAS (Acompañamiento a la Inserción para promocionar el acceso y mantenimiento al mercado de trabajo de las personas con necesidades especiales apoyo con gran discapacidad), Incorpora (Servicios de Inserción laboral, Formación profesional y Autoempleo para personas paradas) y Orienta (Programa de orientación laboral dirigido a personas en edad laboral que se encuentren en investigación de trabajo y quieran mejorar sus competencias en investigación de una ocupación).