Representa un incremento de casi el 16% respecto a todo el año 2018 y de un 120% respecto a todo el año 2017
El Servicio de Atención Domiciliaria de ASPID (SAD) ha atendido durante el primer semestre del año un total de 66 personas (37 mujeres y 29 hombres), lo que representa un incremento importante respecto a años anteriores. Estas 66 personas suponen un aumento del 15,8% respecto al total de personas atendidas en el 2018 y un aumento de un 120% respecto al total de 2017. El año pasado fueron atendidas 55 personas (de las cuales 32 mujeres y 23 hombres), mientras que en 2017 el SAD cuidó de 28 personas (15 mujeres y 13 hombres).
En cuanto al tiempo dedicado a la atención domiciliaria, en el año 2017 la entidad prestó un total de 4.936 horas, mientras que el 2018 destinó 11.392 horas (con un incremento del 131% entre un año y otro). En el primer semestre de este año han sido un total de 8.660 horas.
El perfil de usuario/a del SAD más habitual es el de una mujer de más de 80 años de edad y con necesidades de apoyo de dependencia de Nivel I (nivel de dependencia moderada), y con una media de 5 horas semanales de atención.
El SAD ofrece un servicio personalizado según las necesidades de cada persona a la que atiende, así como según sus preferencias y prioridades. El acompañamiento en el domicilio incluye tareas de cuidado personal y mantenimiento del hogar. Se trata de tareas de apoyo para desarrollar actividades básicas de la vida diaria como son las de higiene personal, desplazamientos, preparación de la medicación, preparación de comidas, realización de actividades en la comunidad (la compra, acompañamiento en las visitas médicas), arreglo, limpieza y mantenimiento del hogar, etc.
El servicio trabaja con la metodología de Atención Centrada en la Persona, la cual implica reconocer la singularidad de la persona y potenciando sus capacidades frente a lo que la hace dependiente, apoyando y favoreciendo de esta manera a su autonomía.
Cada usuario/a del servicio cuenta con la figura profesional del "gestor de casos", una trabajador/a social que hace un asesoramiento personalizado y continuado a la persona usuaria del servicio como con la familia.
A través del gestor de casos se hace una detección inicial de las necesidades y de aquellas actividades en las que el usuario/a requiere apoyo o supervisión en el domicilio, siempre teniendo en cuenta la voluntad del propio usuario/a. Posteriormente también se hacen visitas de seguimiento a domicilio y entrevistas individuales con el fin de poder conocer mejor el usuario/a y poder diseñar conjuntamente un plan de atención y vida personalizado. En este plan se recogen sus preferencias y se van incorporando los servicios y los apoyos necesarios y adecuados para cada momento.
Por otra parte, el SAD dispone de una terapeuta ocupacional que hace valoraciones sobre necesidad de ayudas técnicas para las personas que tienen niveles de dependencia elevados.
El Servicio de Atención Domiciliaria de ASPID (SAD) ha atendido durante el primer semestre del año un total de 66 personas (37 mujeres y 29 hombres), lo que representa un incremento importante respecto a años anteriores. Estas 66 personas suponen un aumento del 15,8% respecto al total de personas atendidas en el 2018 y un aumento de un 120% respecto al total de 2017. El año pasado fueron atendidas 55 personas (de las cuales 32 mujeres y 23 hombres), mientras que en 2017 el SAD cuidó de 28 personas (15 mujeres y 13 hombres).
En cuanto al tiempo dedicado a la atención domiciliaria, en el año 2017 la entidad prestó un total de 4.936 horas, mientras que el 2018 destinó 11.392 horas (con un incremento del 131% entre un año y otro). En el primer semestre de este año han sido un total de 8.660 horas.
El perfil de usuario/a del SAD más habitual es el de una mujer de más de 80 años de edad y con necesidades de apoyo de dependencia de Nivel I (nivel de dependencia moderada), y con una media de 5 horas semanales de atención.
El SAD ofrece un servicio personalizado según las necesidades de cada persona a la que atiende, así como según sus preferencias y prioridades. El acompañamiento en el domicilio incluye tareas de cuidado personal y mantenimiento del hogar. Se trata de tareas de apoyo para desarrollar actividades básicas de la vida diaria como son las de higiene personal, desplazamientos, preparación de la medicación, preparación de comidas, realización de actividades en la comunidad (la compra, acompañamiento en las visitas médicas), arreglo, limpieza y mantenimiento del hogar, etc.
El servicio trabaja con la metodología de Atención Centrada en la Persona, la cual implica reconocer la singularidad de la persona y potenciando sus capacidades frente a lo que la hace dependiente, apoyando y favoreciendo de esta manera a su autonomía.
Cada usuario/a del servicio cuenta con la figura profesional del "gestor de casos", una trabajador/a social que hace un asesoramiento personalizado y continuado a la persona usuaria del servicio como con la familia.
A través del gestor de casos se hace una detección inicial de las necesidades y de aquellas actividades en las que el usuario/a requiere apoyo o supervisión en el domicilio, siempre teniendo en cuenta la voluntad del propio usuario/a. Posteriormente también se hacen visitas de seguimiento a domicilio y entrevistas individuales con el fin de poder conocer mejor el usuario/a y poder diseñar conjuntamente un plan de atención y vida personalizado. En este plan se recogen sus preferencias y se van incorporando los servicios y los apoyos necesarios y adecuados para cada momento.
Por otra parte, el SAD dispone de una terapeuta ocupacional que hace valoraciones sobre necesidad de ayudas técnicas para las personas que tienen niveles de dependencia elevados.