Barcelona | 18.12.2020
ECAS y los Consejos Nacionales de Cataluña de Juventud, Gente mayor, Mujeres y LGTBI celebran la aprobación de la Ley de Igualdad de Trato y No Discriminación en el Parlamento de Cataluña y consideran que se ha dado un paso imprescindible porque el país avance hacia la libertad individual y colectiva. "La ley es un marco para la inclusión de todas las diversidades y por transversalitzar-las", ha celebrado Carme Méndez, vocal de la Comisión de Migraciones e Interculturalidad de ECAS. Clara Palau, miembro de la comisión de Coordinación del Consejo Nacional LGBTI, ha mostrado también su satisfacción con la aprobación: "se habla de sanciones y también de mediación, que será una herramienta para entender la diversidad". Palau ha celebrado también que "la petición conjunta de los diferentes consejos nacionales representa un punto de inflexión en la transversalització de la defensa de los derechos humanos y la colaboración seguirá con la voluntad de sumar colectivos que no están representados en ninguna parte".
La Ley de Igualdad de Trato y No Discriminación establece una regulación común e integral que incluye las definiciones fundamentales del derecho a la igualdad de trato y la no discriminación, y las garantías básicas que permiten lograr una protección real y efectiva de la ciudadanía, para que puedan disfrutar de los derechos humanos y las libertades fundamentales sin discriminación, con independencia de cualquier circunstancia personal o social. La Ley tiene como objetivo fiero efectivo el derecho a la igualdad de trato y a la no discriminación por razón de religión o convicciones, capacidad, discapacidad, edad, origen racial o étnico, sexo u orientación e identidad sexual y de género, expresión de género, o por otra condición social o personal. A la vez, pretende promover la erradicación del racismo, y de cualquier forma de persecución por motivos religiosos, de la xenofobia, de la homofobia, y de cualquier otra expresión que atente contra la igualdad y la dignidad de las personas. Pretende garantizar la convivencia y la cohesión social mediante el reconocimiento de la dignidad de la persona y el libre desarrollo de la personalidad.
ECAS y los consejos nacionales esperan ahora una reglamentación efectiva y rápida con dotación presupuestaria. "Son claves un órgano o expertos que velen para la neutralidad dado que buena parte de las discriminaciones se producen en las administraciones públicas", ha reivindicado Carme Méndez. Magdalena Bes, portavoz de la comisión ejecutiva del Consejo de la Gente mayor, ha recordado que "la gente mayor también está discriminada, por edatisme" y que "luchamos por los que vienen después de nosotros y para conseguirlo tenemos que ser todos".
Desde 2015, el proyecto de Ley había entrado en el Parlamento varias veces pero todavía no había sido aprobada. El pasado 3 de noviembre, ECAS y los Consejos Nacionales registraron en el Parlamento una petición para que se aprobara dentro de esta legislatura.
ECAS y los Consejos Nacionales de Cataluña de Juventud, Gente mayor, Mujeres y LGTBI celebran la aprobación de la Ley de Igualdad de Trato y No Discriminación en el Parlamento de Cataluña y consideran que se ha dado un paso imprescindible porque el país avance hacia la libertad individual y colectiva. "La ley es un marco para la inclusión de todas las diversidades y por transversalitzar-las", ha celebrado Carme Méndez, vocal de la Comisión de Migraciones e Interculturalidad de ECAS. Clara Palau, miembro de la comisión de Coordinación del Consejo Nacional LGBTI, ha mostrado también su satisfacción con la aprobación: "se habla de sanciones y también de mediación, que será una herramienta para entender la diversidad". Palau ha celebrado también que "la petición conjunta de los diferentes consejos nacionales representa un punto de inflexión en la transversalització de la defensa de los derechos humanos y la colaboración seguirá con la voluntad de sumar colectivos que no están representados en ninguna parte".
La Ley de Igualdad de Trato y No Discriminación establece una regulación común e integral que incluye las definiciones fundamentales del derecho a la igualdad de trato y la no discriminación, y las garantías básicas que permiten lograr una protección real y efectiva de la ciudadanía, para que puedan disfrutar de los derechos humanos y las libertades fundamentales sin discriminación, con independencia de cualquier circunstancia personal o social. La Ley tiene como objetivo fiero efectivo el derecho a la igualdad de trato y a la no discriminación por razón de religión o convicciones, capacidad, discapacidad, edad, origen racial o étnico, sexo u orientación e identidad sexual y de género, expresión de género, o por otra condición social o personal. A la vez, pretende promover la erradicación del racismo, y de cualquier forma de persecución por motivos religiosos, de la xenofobia, de la homofobia, y de cualquier otra expresión que atente contra la igualdad y la dignidad de las personas. Pretende garantizar la convivencia y la cohesión social mediante el reconocimiento de la dignidad de la persona y el libre desarrollo de la personalidad.
ECAS y los consejos nacionales esperan ahora una reglamentación efectiva y rápida con dotación presupuestaria. "Son claves un órgano o expertos que velen para la neutralidad dado que buena parte de las discriminaciones se producen en las administraciones públicas", ha reivindicado Carme Méndez. Magdalena Bes, portavoz de la comisión ejecutiva del Consejo de la Gente mayor, ha recordado que "la gente mayor también está discriminada, por edatisme" y que "luchamos por los que vienen después de nosotros y para conseguirlo tenemos que ser todos".
Desde 2015, el proyecto de Ley había entrado en el Parlamento varias veces pero todavía no había sido aprobada. El pasado 3 de noviembre, ECAS y los Consejos Nacionales registraron en el Parlamento una petición para que se aprobara dentro de esta legislatura.