Con motivo del Día Internacional de las Personas con Discapacidad, que se celebra cada 3 de diciembre, el COCARMI hace público el siguiente MANIFIESTO:
Han pasado casi nueve meses desde la declaración del estado de la alarma y de la presa de todo tipo de medidas, desde las administraciones, para hacer frente a la pandemia y evitar (sin mucho éxito) que hospitales y centros asistenciales llegaran a situaciones límite.
Partiendo de la más absoluta incertidumbre y desconocimiento, la sociedad, las empresas, las entidades y nuestros gobernantes hemos ido aprendiendo día detrás día: hemos tenido que rectificar, hemos mirado al exterior por saber como lo hacían nuestros vecinos, hemos contado víctimas, hemos salido al balcón a aplaudir los sanitarios y hemos llorado por aquellos que nos han dejado.
Como colectivo vulnerable, las personas con discapacidad, junto con las personas grandes, hemos podido comprobar como, nuevamente, hemos sido abandonadas a nuestra suerte. En muchos casos, nos han cerrado en casa y anulado terapias fundamentales para mantener nuestra calidad de vida; nos han olvidado en las comunicaciones sobre la pandemia, muchas de ellas inaccesibles para nosotros, condenándonos, así, a la desinformación y aumentando por lo tanto el riesgo de contagio. En los hospitales no se han tenido en cuenta nuestras especificidades en los tratamientos y, en ocasiones, hemos sido discriminados por nuestra discapacidad. Continuamos? La lista de agravios es larga y no admitimos excusas... porque esto es lo único que escuchamos, excusas, mientras la realidad nos muestra que no basura sino recular en derechos.
Por eso, pensando en los tiempos de “reconstrucción” y uniéndonos al sentimiento del Comité Estatal de Representantes de Personas con Discapacidad, CERMI, y del resto de entidades de la discapacidad del Estado, queremos hacer sentir más que nunca nuestra voz, la de las más 611.000 personas con discapacidad que representamos en Cataluña, y reclamamos:
Han pasado casi nueve meses desde la declaración del estado de la alarma y de la presa de todo tipo de medidas, desde las administraciones, para hacer frente a la pandemia y evitar (sin mucho éxito) que hospitales y centros asistenciales llegaran a situaciones límite.
Partiendo de la más absoluta incertidumbre y desconocimiento, la sociedad, las empresas, las entidades y nuestros gobernantes hemos ido aprendiendo día detrás día: hemos tenido que rectificar, hemos mirado al exterior por saber como lo hacían nuestros vecinos, hemos contado víctimas, hemos salido al balcón a aplaudir los sanitarios y hemos llorado por aquellos que nos han dejado.
Como colectivo vulnerable, las personas con discapacidad, junto con las personas grandes, hemos podido comprobar como, nuevamente, hemos sido abandonadas a nuestra suerte. En muchos casos, nos han cerrado en casa y anulado terapias fundamentales para mantener nuestra calidad de vida; nos han olvidado en las comunicaciones sobre la pandemia, muchas de ellas inaccesibles para nosotros, condenándonos, así, a la desinformación y aumentando por lo tanto el riesgo de contagio. En los hospitales no se han tenido en cuenta nuestras especificidades en los tratamientos y, en ocasiones, hemos sido discriminados por nuestra discapacidad. Continuamos? La lista de agravios es larga y no admitimos excusas... porque esto es lo único que escuchamos, excusas, mientras la realidad nos muestra que no basura sino recular en derechos.
Por eso, pensando en los tiempos de “reconstrucción” y uniéndonos al sentimiento del Comité Estatal de Representantes de Personas con Discapacidad, CERMI, y del resto de entidades de la discapacidad del Estado, queremos hacer sentir más que nunca nuestra voz, la de las más 611.000 personas con discapacidad que representamos en Cataluña, y reclamamos:
- Crear, a la Ley de Presupuestos Generales del Estado para el 2021, de un fondo de rescate de emergencia postpandèmia de 300 millones de euros para el sector de la discapacidad
- Financiar suficientemente los sobrecostes como consecuencia de la COVID-19 a que tienen que hacer frente las personas con discapacidad, sus familias y las entidades prestamistas de servicios
- Retomar los trabajos del Pacto Nacional sobre los Derechos de las Personas con discapacidad y adaptarlos a la nueva situación postpandèmia. Que las próximas elecciones no sean un freno a la continuidad de los trabajos del Pacto
- Impulsar la ocupación del colectivo porque, en cinco años, la tasa de actividad sea del 50 por ciento. Esto supondría crear más de 200.000 nuevos puestos de trabajo en todo el Estado
- Garantizar un espacio sociosanitario adaptado y preparado para atender las personas con discapacidad. La crisis ha demostrado que no lo estaba
- Lograr la accesibilidad universal a todos los entornos. Para conseguirlo, hay que reformar la Ley de Propiedad Universal, regular l‘accesibilidad cognitiva y mejorar la regulación de la accesibilidad audiovisual, así como la aprobación del Decreto de accesibilidad de Cataluña
- Ofrecer a las personas con discapacidad los apoyos necesarios para lograr una vida independiente y entrega escogida, potenciando la figura de la asistencia personal y la desinstitucionalización de su vida, entre otras medidas
- Universalizar la inclusión: en la educación, en la escuela, en el deporte, el consumo, en el ocio, en la cultura... en definitiva, en todos los ámbitos de la vida
- Ofrecer a las familias, principal espacio de bienestar del colectivo, los apoyos y protecciones necesarios porque este objetivo de bienestar sea una realidad
- Velar porque la digitalización de que tanto se habla a la sociedad esté también al alcance de las personas con discapacidad. Una digitalización accesible y asequible puede ser la herramienta definitiva para su verdadera inclusión
- Aprovechar el potencial “verde” del entorno rural para incluir las personas con discapacidad que viven, que pueden contribuir a su crecimiento, riqueza y sostenibilidad
La respuesta en estas justas reivindicaciones necesita unos recursos económicos y financieros. También la reconstrucción social y económica del Estado cuando la pandemia quede atrás. Para esta reconstrucción se prevé contar con unos fondos europeos que nuestro sector pide que lleguen al conjunto de la población, incluida la población con discapacidad. Solo así avanzaremos en el camino hacia la plena inclusión. Nomes así avanzaremos como el resto de la población, sin deja nadie atrás.
3 diciembre 2020
Comité Catalán de Representantes de Personas con Discapacidad -COCARMI-
3 diciembre 2020
Comité Catalán de Representantes de Personas con Discapacidad -COCARMI-