El SIL atendio 776 personas, 439 con discapacidad, y se impartieron 3.250 horas de formación
Un total de 233 personas han conseguido trabajo en 2019 gracias a la tarea del Servicio de Intermediación Laboral de ASPID (SIL), área dirigida a personas con discapacidad reconocida y a personas que se encuentran en situación de vulnerabilidad y necesitan un servicio especializado de acompañamiento para conseguir una ocupación estable. Por otro lado, la entidad leridana asesoró 107 personas por medio del programa de Emprendimiento y Autoempleo. Igualmente, pasaron por el área de formación 563 alumnos, con 3.250 horas impartidas. En total, el SIL atendió el año pasado 776 personas.
Hay que recordar que ASPID ofrece servicios de orientación profesional y formativa, intermediación en ofertas, y formación ocupacional para la mejora competencial y emprendimiento.
De los 233 hombres y mujeres contratadas en alguna empresa o entidad, 143 eran personas con discapacidad (el 61%). Se lograron un total de 341 contratos, de los cuales un 77% han estado en el sector de servicios, el 13% en de la industria, el 8% en el de la agricultura y un 2% en el de la construcción.
Contratos en empresas leridanas y autoempleo
En cuanto a las gestiones hechas con empresas de la demarcación de Lleida, ASPID trabajó el año pasado con 368, con un total de 3.461 contactos llevados a cabo. Como resultado se gestionaron 63 convenios de prácticas y 277 ofertas de trabajo.
El 81% de los contratos se han formalizado con empresas del mercado ordinario, un 18% con Centros Especiales de Trabajo y un 1% con empresas de inserción. Se mantiene la tendencia del mercado a hacer contratos de corta duración: el 41,5% de entre 0 y 3 meses, el 16% de entre 3 y 6 meses, el 10% de entre 6 meses y un año, el 13% de los contratos han estado de un año y un 3,5% su contratos indefinidos. El 16% restante ha sido otros tipos, como contratos de interinidad, obras y servicios sin temporalidad o contratos de aprendizaje.
El perfil de las personas ocupadas el 2019 por medio de los servicios de Aspid no varía respecto a otros años, a pesar de que hay un pequeño incremento de trabajadores en actividades de servicios, contratados por cuenta ajena y en el sector privado. Se trata sobre todo de contratos temporales de menos de 6 meses (los contratos indefinidos pierden terreno año tras año) a jornada completa, a pesar de que el trabajo a tiempo parcial es cada vez más grande. La mayoría de ocupados se concentró en los servicios de restauración, servicios de atención a personas o seguridad (como vigilantes, controladores de accesos, etc.) y vendedores.
Por otro lado, de las 107 personas asesoradas durante el 2019 en el marco del programa de Emprendimiento y Autoempleo, 14 fueron personas con discapacidad (el 13%). En total se crearon 33 empresas, 6 empresas más que el año anterior.
Perfil de las personas atendidas
El prototipo de los 776 atendidos (439 con Certificado de Discapacidad reconocida y 337 sin discapacidad) es el de una persona más grande de 45 años y con baja calificación, hombre o mujer indistintamente, y de procedencia nacional. Un perfil bastante similar al de los años anteriores, motivo por el cual ASPID se ha centrado en estos col•lectivos con más dificultad de acceso al mercado de trabajo, que han visto que su situación de paro ha acontecido crónica.
Entrando en el detalle, el 49% eran hombres y el 51% mujeres. Cuando en la edad, el 6% tenían entre 16 y 25 años, el 14% entre 26 y 35 años, el 26% de entre 36 y 45 años, el 36% de entre 46 y 55 años y el 18% tenían más de 55 años. En conjunto, más de la mitad de las personas atendidas eran mayores de 45 años.
El 52% de las personas participantes no tenían estudios o tenían estudios primarios, el 18% tenían estudios secundarios, el 26% han cursado Bachillerato o Formación Profesional, y el 4% tenían estudios universitarios. En cuanto a la procedencia, el 71% de las personas que se atendieron eran ciudadanos del Estado, el 10% eran comunitarios y el 19% extracomunitarios.
Por tipología de discapacidad atendidas, el 76% eran personas con discapacidad física, un 4% tenían discapacitado visual, un 4% discapacitado auditiva, un 9% discapacitado intel•*lectual y un 7% tenían alguna enfermedad mental.
Cuando a la situación económica, el 30% no tenía ningún tipo de ingreso, el 26% recibía prestaciones no contributivas, el 19% percibía alguna prestación contributiva (por incapacidad laboral, etc.), el 14% recibía la prestación del paro, y un 11% tenía otros tipos de ingresos no tipificados. Estos datos indican que la mayoría de personas, en el momento de llegar al servicio, llevaban un mínimo de un año sin trabajar, un tiempo largo de inactividad que se relaciona directamente con la pérdida de hábitos laborales y con el alejamiento del que pide el mercado.
Gran parte de las personas atendidas al servicio son mujeres y hombres con cargas familiares (hijos o padres/madres), generalmente sin carné de conducir o vehículo por el coste que supone mantenerlo (todo y la estructura de transporte público deficitaria a la mayoría de comarcas), personas inmigradas sin conocimiento del idioma o estereotipadas en ciertos sectores laborales. Todos estos factores condicionan en muchas ocasiones el acceso a la ocupación.
Se logran las 3.250 horas de formación
Un tercio del total del tiempo dedicado en 2019 a la formación, 2.132 horas, correspondió a formación básica, en la que participaron 425 personas. Las 6 cápsulas formativas específicas de Autoempleo y Emprendimiento Social tuvieron una duración de 12 horas, con un total de 60 participantes.
En el ámbito de la formación ocupacional se van llevado a cabo 6 cursos (el doble que el año anterior) en las especialidades de administrativo polivalente para PYMES, peón de industria agroalimentaria, encargado de línea a la industria agroalimentaria, tele operador/a, auxiliar de oficina y auxiliar de servicios. En este apartado se desarrollaron un total de 1.106 horas y se formaron 78 alumnos, el 46% de los cuales consiguió un trabajo una vez finalizada la formación.
En el ámbito de la formación ASPID trabaja diferentes formatos de talleres, cápsulas formativas, cursos de formación ocupacional, etc. Todas estos actividades están dirigidas a la adquisición de competencias técnicas y transversales y a la mejora de la empleabilidad de las personas usuarias del servicio.
Un total de 233 personas han conseguido trabajo en 2019 gracias a la tarea del Servicio de Intermediación Laboral de ASPID (SIL), área dirigida a personas con discapacidad reconocida y a personas que se encuentran en situación de vulnerabilidad y necesitan un servicio especializado de acompañamiento para conseguir una ocupación estable. Por otro lado, la entidad leridana asesoró 107 personas por medio del programa de Emprendimiento y Autoempleo. Igualmente, pasaron por el área de formación 563 alumnos, con 3.250 horas impartidas. En total, el SIL atendió el año pasado 776 personas.
Hay que recordar que ASPID ofrece servicios de orientación profesional y formativa, intermediación en ofertas, y formación ocupacional para la mejora competencial y emprendimiento.
De los 233 hombres y mujeres contratadas en alguna empresa o entidad, 143 eran personas con discapacidad (el 61%). Se lograron un total de 341 contratos, de los cuales un 77% han estado en el sector de servicios, el 13% en de la industria, el 8% en el de la agricultura y un 2% en el de la construcción.
Contratos en empresas leridanas y autoempleo
En cuanto a las gestiones hechas con empresas de la demarcación de Lleida, ASPID trabajó el año pasado con 368, con un total de 3.461 contactos llevados a cabo. Como resultado se gestionaron 63 convenios de prácticas y 277 ofertas de trabajo.
El 81% de los contratos se han formalizado con empresas del mercado ordinario, un 18% con Centros Especiales de Trabajo y un 1% con empresas de inserción. Se mantiene la tendencia del mercado a hacer contratos de corta duración: el 41,5% de entre 0 y 3 meses, el 16% de entre 3 y 6 meses, el 10% de entre 6 meses y un año, el 13% de los contratos han estado de un año y un 3,5% su contratos indefinidos. El 16% restante ha sido otros tipos, como contratos de interinidad, obras y servicios sin temporalidad o contratos de aprendizaje.
El perfil de las personas ocupadas el 2019 por medio de los servicios de Aspid no varía respecto a otros años, a pesar de que hay un pequeño incremento de trabajadores en actividades de servicios, contratados por cuenta ajena y en el sector privado. Se trata sobre todo de contratos temporales de menos de 6 meses (los contratos indefinidos pierden terreno año tras año) a jornada completa, a pesar de que el trabajo a tiempo parcial es cada vez más grande. La mayoría de ocupados se concentró en los servicios de restauración, servicios de atención a personas o seguridad (como vigilantes, controladores de accesos, etc.) y vendedores.
Por otro lado, de las 107 personas asesoradas durante el 2019 en el marco del programa de Emprendimiento y Autoempleo, 14 fueron personas con discapacidad (el 13%). En total se crearon 33 empresas, 6 empresas más que el año anterior.
Perfil de las personas atendidas
El prototipo de los 776 atendidos (439 con Certificado de Discapacidad reconocida y 337 sin discapacidad) es el de una persona más grande de 45 años y con baja calificación, hombre o mujer indistintamente, y de procedencia nacional. Un perfil bastante similar al de los años anteriores, motivo por el cual ASPID se ha centrado en estos col•lectivos con más dificultad de acceso al mercado de trabajo, que han visto que su situación de paro ha acontecido crónica.
Entrando en el detalle, el 49% eran hombres y el 51% mujeres. Cuando en la edad, el 6% tenían entre 16 y 25 años, el 14% entre 26 y 35 años, el 26% de entre 36 y 45 años, el 36% de entre 46 y 55 años y el 18% tenían más de 55 años. En conjunto, más de la mitad de las personas atendidas eran mayores de 45 años.
El 52% de las personas participantes no tenían estudios o tenían estudios primarios, el 18% tenían estudios secundarios, el 26% han cursado Bachillerato o Formación Profesional, y el 4% tenían estudios universitarios. En cuanto a la procedencia, el 71% de las personas que se atendieron eran ciudadanos del Estado, el 10% eran comunitarios y el 19% extracomunitarios.
Por tipología de discapacidad atendidas, el 76% eran personas con discapacidad física, un 4% tenían discapacitado visual, un 4% discapacitado auditiva, un 9% discapacitado intel•*lectual y un 7% tenían alguna enfermedad mental.
Cuando a la situación económica, el 30% no tenía ningún tipo de ingreso, el 26% recibía prestaciones no contributivas, el 19% percibía alguna prestación contributiva (por incapacidad laboral, etc.), el 14% recibía la prestación del paro, y un 11% tenía otros tipos de ingresos no tipificados. Estos datos indican que la mayoría de personas, en el momento de llegar al servicio, llevaban un mínimo de un año sin trabajar, un tiempo largo de inactividad que se relaciona directamente con la pérdida de hábitos laborales y con el alejamiento del que pide el mercado.
Gran parte de las personas atendidas al servicio son mujeres y hombres con cargas familiares (hijos o padres/madres), generalmente sin carné de conducir o vehículo por el coste que supone mantenerlo (todo y la estructura de transporte público deficitaria a la mayoría de comarcas), personas inmigradas sin conocimiento del idioma o estereotipadas en ciertos sectores laborales. Todos estos factores condicionan en muchas ocasiones el acceso a la ocupación.
Se logran las 3.250 horas de formación
Un tercio del total del tiempo dedicado en 2019 a la formación, 2.132 horas, correspondió a formación básica, en la que participaron 425 personas. Las 6 cápsulas formativas específicas de Autoempleo y Emprendimiento Social tuvieron una duración de 12 horas, con un total de 60 participantes.
En el ámbito de la formación ocupacional se van llevado a cabo 6 cursos (el doble que el año anterior) en las especialidades de administrativo polivalente para PYMES, peón de industria agroalimentaria, encargado de línea a la industria agroalimentaria, tele operador/a, auxiliar de oficina y auxiliar de servicios. En este apartado se desarrollaron un total de 1.106 horas y se formaron 78 alumnos, el 46% de los cuales consiguió un trabajo una vez finalizada la formación.
En el ámbito de la formación ASPID trabaja diferentes formatos de talleres, cápsulas formativas, cursos de formación ocupacional, etc. Todas estos actividades están dirigidas a la adquisición de competencias técnicas y transversales y a la mejora de la empleabilidad de las personas usuarias del servicio.