Los 7 usuarios con discapacitado participantes contarán durante un año con el apoyo de un equipo transdisciplinar a fin de lograr una mayor autonomía personal y funcional
Con el nombre de “Dispositivo Innovador en Vida Independiente y Apoyos del Entorno”, ASPID ha puesto en marcha un proyecto piloto destinado a que 7 personas con discapacidad física y/o afectación neurológica logren un alto grado de vida independiente. La iniciativa se llevará a cabo durante 12 meses, durante los cuales un equipo transdisciplinar trabajará para conseguir que estos 7 usuarios consigan una mayor autonomía personal y funcional en su propio entorno. Se trata de la primera experiencia de estas características que se desarrolla en el Estado.
El proyecto parte del planteamiento de ofrecer los servicios y apoyo específicos que necesita cada persona en función de sus necesidades, singularidades y características individuales (es decir, el servicio se adapta a la persona y no la persona al servicio) e implica la intervención de un equipo profesional itinerante que acompañará cada usuario en su día a día en su propio entorno (domicilio propio, comunidad en la que convive...).
Hay que considerar que hoy en día los recursos y dispositivos existentes para las personas con discapacidad física y/o neurológica resultan generalmente insuficientes al garantizar y favorecer el ejercicio de la propia autonomía e independencia y en muchos casos no se acaban de ajustar a las características y singularidades de la persona.
El programa consta de dos fases, una más teórica, el proceso de diseño metodológico del nuevo servicio; y la otra más práctica, un pilotaje para determinar la efectividad y adecuación del servicio diseñado (metodología, equipo profesional, actividades...) al grupo de personas con discapacidad física y/o afectaciones neurológicas que son objeto del mismo.
Aplicación práctica del proyecto
A la práctica, en el proyecto intervendrán cuatro disciplinas, desde la psicología, terapia ocupacional, el trabajo social y el apoyo por parte de un integrador social y/o auxiliar sociosanitario.
En el primero, se ofrece apoyo y orientación psicológica a las personas que lo necesiten para que aquetes superen los temores, refuercen la autoconfianza y afronten con garantías lo retas personales que implican una vida más autónoma.
Cuando a la terapia ocupacional (orientada a establecer, implementar y capacitar la integración de la máxima funcionalidad, autonomía e independencia de las personas que reciben el servicio) ofrece asesoramiento para la accesibilidad y/o ayudas técnicas en el hogar, el acompañamiento y entrenamiento para llevar a cabo actividades instrumentales (como por ejemplo ir a comprar en el caso de personas que tienen alguna afectación cognitiva, o la higiene personal y la movilidad en el hogar en el caso de personas con discapacidad física, para posar dos ejemplos).
En cuanto al trabajo social (orientado a identificar, intervenir y evaluar situaciones de necesidad social y malestar psicosocial desde una visión sociocomunitària), se desarrollarán actividades como crear un catálogo de servicios de proximidad al propio domicilio que faciliten que la persona pueda vivir en su propio hogar (peluquería a domicilio, comer a domicilio, teleasistencia, lavandería al hogar, servicios de limpieza al hogar. etc). Se trataría tanto de servicios que ofrece Aspid como servicios otros de empresas e instituciones con los cuales se establecerán líneas de colaboración.
Finalmente, el integrador social y/o auxiliar sociosanitario ofrecerá apoyo a las personas participantes ayudándolas en ámbitos, entre otros, como llevar a cabo la higiene personal, ir a comprar o participar en actividades en la comunidad (cursos en el centro cívico, actividades de ocio y/u ocio…).
Filosofía del proyecto
La filosofía del proyecto pretende potenciar una serie de derechos de la persona, como son la capacidad de escoger, independientemente de su diversidad funcional; el derecho a ejercer el control sobre la propia vida; el derecho a la participación en la sociedad y en la vida comunitaria; la posibilidad de disfrutar de las libertades fundamentales y en igualdad de condiciones, y el respecto a la propia dignidad.
El proyecto responde también a la las nuevas estrategias de los organismo Internacionales (OMS, OCDE, Unión Europea) orientadas a una mayor personalización de las intervenciones dirigidas a este colectivo con sistemas integrados de servicios de proximidad.
Una vez finalizada el proyecto, se evaluarán la efectividad del mismo en función de la adecuación de los resultados a los objetivos propuestos (evaluación del grado de mejora en la autonomía, en la calidad de vida y en la percepción de vida Independiente de las personas que participen; evaluación de la idoneidad del perfil del equipo de intervención y de la metodología empleada; evaluación de las posibilidades de aplicación en el futuro del servicio, etc).
Con el nombre de “Dispositivo Innovador en Vida Independiente y Apoyos del Entorno”, ASPID ha puesto en marcha un proyecto piloto destinado a que 7 personas con discapacidad física y/o afectación neurológica logren un alto grado de vida independiente. La iniciativa se llevará a cabo durante 12 meses, durante los cuales un equipo transdisciplinar trabajará para conseguir que estos 7 usuarios consigan una mayor autonomía personal y funcional en su propio entorno. Se trata de la primera experiencia de estas características que se desarrolla en el Estado.
El proyecto parte del planteamiento de ofrecer los servicios y apoyo específicos que necesita cada persona en función de sus necesidades, singularidades y características individuales (es decir, el servicio se adapta a la persona y no la persona al servicio) e implica la intervención de un equipo profesional itinerante que acompañará cada usuario en su día a día en su propio entorno (domicilio propio, comunidad en la que convive...).
Hay que considerar que hoy en día los recursos y dispositivos existentes para las personas con discapacidad física y/o neurológica resultan generalmente insuficientes al garantizar y favorecer el ejercicio de la propia autonomía e independencia y en muchos casos no se acaban de ajustar a las características y singularidades de la persona.
El programa consta de dos fases, una más teórica, el proceso de diseño metodológico del nuevo servicio; y la otra más práctica, un pilotaje para determinar la efectividad y adecuación del servicio diseñado (metodología, equipo profesional, actividades...) al grupo de personas con discapacidad física y/o afectaciones neurológicas que son objeto del mismo.
Aplicación práctica del proyecto
A la práctica, en el proyecto intervendrán cuatro disciplinas, desde la psicología, terapia ocupacional, el trabajo social y el apoyo por parte de un integrador social y/o auxiliar sociosanitario.
En el primero, se ofrece apoyo y orientación psicológica a las personas que lo necesiten para que aquetes superen los temores, refuercen la autoconfianza y afronten con garantías lo retas personales que implican una vida más autónoma.
Cuando a la terapia ocupacional (orientada a establecer, implementar y capacitar la integración de la máxima funcionalidad, autonomía e independencia de las personas que reciben el servicio) ofrece asesoramiento para la accesibilidad y/o ayudas técnicas en el hogar, el acompañamiento y entrenamiento para llevar a cabo actividades instrumentales (como por ejemplo ir a comprar en el caso de personas que tienen alguna afectación cognitiva, o la higiene personal y la movilidad en el hogar en el caso de personas con discapacidad física, para posar dos ejemplos).
En cuanto al trabajo social (orientado a identificar, intervenir y evaluar situaciones de necesidad social y malestar psicosocial desde una visión sociocomunitària), se desarrollarán actividades como crear un catálogo de servicios de proximidad al propio domicilio que faciliten que la persona pueda vivir en su propio hogar (peluquería a domicilio, comer a domicilio, teleasistencia, lavandería al hogar, servicios de limpieza al hogar. etc). Se trataría tanto de servicios que ofrece Aspid como servicios otros de empresas e instituciones con los cuales se establecerán líneas de colaboración.
Finalmente, el integrador social y/o auxiliar sociosanitario ofrecerá apoyo a las personas participantes ayudándolas en ámbitos, entre otros, como llevar a cabo la higiene personal, ir a comprar o participar en actividades en la comunidad (cursos en el centro cívico, actividades de ocio y/u ocio…).
Filosofía del proyecto
La filosofía del proyecto pretende potenciar una serie de derechos de la persona, como son la capacidad de escoger, independientemente de su diversidad funcional; el derecho a ejercer el control sobre la propia vida; el derecho a la participación en la sociedad y en la vida comunitaria; la posibilidad de disfrutar de las libertades fundamentales y en igualdad de condiciones, y el respecto a la propia dignidad.
El proyecto responde también a la las nuevas estrategias de los organismo Internacionales (OMS, OCDE, Unión Europea) orientadas a una mayor personalización de las intervenciones dirigidas a este colectivo con sistemas integrados de servicios de proximidad.
Una vez finalizada el proyecto, se evaluarán la efectividad del mismo en función de la adecuación de los resultados a los objetivos propuestos (evaluación del grado de mejora en la autonomía, en la calidad de vida y en la percepción de vida Independiente de las personas que participen; evaluación de la idoneidad del perfil del equipo de intervención y de la metodología empleada; evaluación de las posibilidades de aplicación en el futuro del servicio, etc).